Comentarios sobre la existencia de Dios:
1. Yo, como la mayoría de la gente, me imagino y admito la existencia de un rey o ser supremo, trascendente al universo, que se llama Dios, pero no sé si esa divinidad es como tú te la imaginas, o si es una o múltiple, personal o impersonal, finita o infinita, totalmente trascendente al universo o no, causa del ser o simplemente del movimiento o de los cambios o del orden del universo, si tiene inteligencia y voluntad, si es creadora y si cuida de la creación o no, ni idea.
2. Pues yo creo y me imagino que Dios y el universo son una misma cosa, una única substancia, una única realidad, divina.
3. Yo también, creo y me imagino que la única realidad existente es Dios; el universo no es más que un modo, una apariencia, una manifestación de esa realidad.
4. Y yo, porque imagino y pienso que la única realidad fundamental es el universo, que es divino.
5. También yo, porque creo e imagino que Dios es inmanente al universo, se identifica con el universo, es como una emanación de él, porque es o lo imagino y concibo como parte del universo, como la materia, la forma o la existencia del universo.
6. Pues yo soy ateo, niego la existencia de Dios, y no sólo la existencia del Dios distinto y trascendente al universo (el de los teístas, o el de los deístas), sino incluso la existencia de un Dios inmanente e identificado con el universo (el de los panteístas).
Eso de imaginarse a Dios ya es algo antiguo y propio de la Edad Media, en aquellas épocas el ateísmo era un fenómeno raro, infrecuente, individual, pero hoy está muy extendido, sobre todo en la gente que sabe, en ciertos ambientes filosóficos, científicos, culturales e imaginarios, y ejerce una gran influencia en vida privada y pública, en la vida social y política, en los sistemas educacionales para la ciudadanía, y sobre todo en el pensamiento científico y filosófico.
7. Yo, igual que mucha gente, propiamente no soy ateo, porque no niego la existencia de Dios, aunque en la práctica me da igual; admito la existencia de un Dios, pero en el día a día para mí es como si no existiera, me imagino que no existe, o como si no supiera o admitiera que existiese.
8. Yo en teoría soy ateo, no admito ni me imagino la existencia de Dios, tanto porque ignoro su existencia como porque me parece tener suficientes razones para negarla o dudar de ella.
9. Yo también, porque soy agnóstico, es decir, ignoro la existencia de Dios y además juzgo que es imposible llegar a conocerla ni imaginarla.
10. Yo también dudo de su existencia, porque las razones imaginarias o reales a favor y en contra de su existencia no me convencen.
11. Yo no es que niegue la existencia de Dios, es que positivamente juzgo que Dios no existe, creo tener razones o pruebas de que Dios no existe. Defiendo la forma de ateísmo más característico e importante, aunque no sea la más extendida actualmente entre la gente. Las formas principales de este ateísmo positivo en nuestros días hoy abundan en la ciencia positiva y en la imaginativa, y en la filosofía, son el ateísmo científico y el ateísmo filosófico (existencialista, marxistacamuflado, lógico-positivista).
2. Pues yo creo y me imagino que Dios y el universo son una misma cosa, una única substancia, una única realidad, divina.
3. Yo también, creo y me imagino que la única realidad existente es Dios; el universo no es más que un modo, una apariencia, una manifestación de esa realidad.
4. Y yo, porque imagino y pienso que la única realidad fundamental es el universo, que es divino.
5. También yo, porque creo e imagino que Dios es inmanente al universo, se identifica con el universo, es como una emanación de él, porque es o lo imagino y concibo como parte del universo, como la materia, la forma o la existencia del universo.
6. Pues yo soy ateo, niego la existencia de Dios, y no sólo la existencia del Dios distinto y trascendente al universo (el de los teístas, o el de los deístas), sino incluso la existencia de un Dios inmanente e identificado con el universo (el de los panteístas).
Eso de imaginarse a Dios ya es algo antiguo y propio de la Edad Media, en aquellas épocas el ateísmo era un fenómeno raro, infrecuente, individual, pero hoy está muy extendido, sobre todo en la gente que sabe, en ciertos ambientes filosóficos, científicos, culturales e imaginarios, y ejerce una gran influencia en vida privada y pública, en la vida social y política, en los sistemas educacionales para la ciudadanía, y sobre todo en el pensamiento científico y filosófico.
7. Yo, igual que mucha gente, propiamente no soy ateo, porque no niego la existencia de Dios, aunque en la práctica me da igual; admito la existencia de un Dios, pero en el día a día para mí es como si no existiera, me imagino que no existe, o como si no supiera o admitiera que existiese.
8. Yo en teoría soy ateo, no admito ni me imagino la existencia de Dios, tanto porque ignoro su existencia como porque me parece tener suficientes razones para negarla o dudar de ella.
9. Yo también, porque soy agnóstico, es decir, ignoro la existencia de Dios y además juzgo que es imposible llegar a conocerla ni imaginarla.
10. Yo también dudo de su existencia, porque las razones imaginarias o reales a favor y en contra de su existencia no me convencen.
11. Yo no es que niegue la existencia de Dios, es que positivamente juzgo que Dios no existe, creo tener razones o pruebas de que Dios no existe. Defiendo la forma de ateísmo más característico e importante, aunque no sea la más extendida actualmente entre la gente. Las formas principales de este ateísmo positivo en nuestros días hoy abundan en la ciencia positiva y en la imaginativa, y en la filosofía, son el ateísmo científico y el ateísmo filosófico (existencialista, marxistacamuflado, lógico-positivista).
DIOS (Dt 4,15-40): ¡NO-OS-Y-MA-GINÉIS!
Y creó Dios al hombre a su imagen(Gen 1,26-27)
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Y Jesús les dijo:
– ¿De quién es esta imagen y el nombre aquí escrito?
Le contestaron:
– Del César
(Mc 12,16)
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